jueves, 21 de mayo de 2009

Para nadie

No he podido evitarlo. No soy para nada mitómano pero, me duele tanto la perdida de Mario Benedetti que he decidido desahogarme en unas pocas líneas.
Con él, se va uno de los últimos referentes, uno de los últimos faros que consiguen dar luz en esta oscuridad, esperanza en esta desesperación, lucidez en este caos.
¿Quién nos queda para contar la vida con tanta crudeza y sensibilidad, con tanta claridad y dulzura, con tanta esperanza la desesperanza? Pocos, muy pocos y ya mayores. ¿Dónde están los nuevos referentes? ¿Quién nos contará la realidad con palabras preñadas de sensibilidad pero sin pudor alguno? ¿Quién recogerá el testigo de tu compromiso con los parias de la tierra?
No voy a contar su vida ni sus obras. Quienes quieran conocerlo pueden hacerlo de mil maneras sencillas porque, quién no haya leído nada de él no sabe lo que se pierde.
Adiós Mario, ambos sabemos que no nos encontraremos en ninguna parte, que después de la muerte no hay nada, pero tú sabias y yo sé que quedarás en la memoria de millones de personas y generaciones que, como yo, hemos disfrutado y disfrutaremos, hemos llorado y lloraremos con tus historias, con tu poesía, con tu exilio y desexilio, con un hombre íntegro. Adiós y gracias

Manolo Martínez


TORTURADOR Y ESPEJO
Mirate
así
qué cangrejo monstruoso atenazó tu infancia
qué paliza paterna te generó cobarde
qué tristes sumisiones te hicieron despiadado
no escapes a tus ojos
mirate
así
Dónde están las walkirias que no pudiste
la primera marmita de tus sañas
te metiste en crueldades de once varas
y ahora el odio te sigue como un buitre
no escapes a tus ojos
mirate
así
aunque nadie te mate
sos cadáver
aunque nadie te pudra
estás podrido
dios te ampare
o mejor
dios te reviente.

Mario Benedetti