Pensamiento fusión de dos artículos que me precedieron:
El salario emocional y la conquista del pan
Para Capitán Jack Sparrow y ese principito ruso.
Hay que ver estos antiguos lo que llegaron a discurrir y como razón no les falta.
Esto me viene que ni p’al pelo para recordar, esos personajill@s que por no hacerse nunca este tipo de preguntas, viven la confusión de creerse propietari@s del Teatro,…….
Dueñ@s y señores/as de algo que es de tod@s en el más estricto de los sentidos: El Liceo es de tod@s porque se nutre de presupuestos de la ciudadanía. Y ese dinero por definición es nuestro, de trod@s. Nada define mejor la propiedad que el dinero. Así pues es evidente que el Teatro, es cuando menos “emocionalmente usurpable” . Es decir:
Tenemos la obligación y el derecho a rechazar que se nos ningunee. A exigir que se nos respete. Porque es nuestro como de todos los demás, pero no de ELL@S solamente, Eso no lo debemos tolerar y mucho menos aquell@s que trabajamos día a día para que la labor salga a delante. Para que suba y baje el telón, para que se vea en los televisores, se oiga en las radios, DVDs, etc., etc., etc.…
Eso sí, los objetivos los consiguen ellos y nadie más, el dinero se lo reparten ellos y nadie más, los enchufes se los gestionan ellos y a funcionar…..?
Ya se repartirán el esfuerzo los usurpados, o sea nosotros, los que nos lo tenemos que curran.
Cuando les conviene nos recuerdan que existe la financiación privada. Pero no nos sirve: los mecenas los necesitan ELL@S, para justificar su cachito de queso y así ratear sus beneficios, que llaman objetivos. Entre roído y roído deben haber olvidado, !¿o…no?!, que se gana lo mismo que hace 20 años (por nuestra parte, claro, aquí solo hay queso para ell@s ).
Los mecenas serán necesarios, pero para lavar la conciencia de sus ganancias ( y a blanquear dinero…. ¿Para qué nos vamos a engañar?, los tenemos a ell@s que ya lo intentan. Engañar y lo demás). Sus ganancias y beneficios, no son otra cosa que la usurpación, de la mayor parte posible, del patrimonio que genera nuestra sociedad. Para mayor indignación limpian su imagen con nuestra indolencia y nos salpican con su hipocresia.
Así pues, parece que la sustracción de riqueza a toda la población, se puede higienizar en maquinas al efecto. Léase FUNDACIONES, o incluso GRANDES FUNDACIONES como la que sufrimos en nuestras carnes, ell@s se nutren de este mercadeo, en el que se nos incluye y somos participes del todo.
Del todo, excepto del reparto de beneficios. El resto corre de nuestra cuenta; sacrificios, esfuerzos, riesgos, culpas, responsabilidades, comprensión y la ética (parece que eso no va con ell@s, nuestr@s estimad@s directiv@s).
Como bien observa a su regreso el estimado “Capitán Jack Sparrow”: ¡¡¡¡¡¡El salario emocional no tiene precio, y el teatro es más nuestro que suyo!!!!!! ........y si esto lo dijo Jack, ahora sabemos quién enseño a razonar al principito ruso. Kropotkin nos dice que el pan es nuestro, pero también, y queda especialmente claro, que no es de ell@s (los patricios), los que hacen de esto un tránsito político, un trepo y te piso el cuello, un quítate tu p’a ponerme yo, un toma y no digas nada. Los maestros de las malas artes, los que consiguen que el desanimo cunda y no les importa (así pueden seguir comiéndose el queso de los demás), los que están blindados o saltando en trampolín hacia objetivos mayores.
Si apreciamos la ética de estos antiguos, vemos que puede pasar el tiempo y las formas, pero en el fondo los pensamientos que se generaron y son nuestro patrimonio ideológico e intelectual, siguen ahí y que no fallen, porque seguimos avanzando gracias a ellos (los pensamientos, no los poderosos).
De estas fuentes podemos sacar la energía necesaria para reconquistar espacios que nunca se debieron perder, crear otros nuevos y por supuesto valorar los que ya son parte de nosotros mismos, de nuestra historia. Nuestro ADN cultural.
No podemos ser tan ruines, ni mezquinos como los dirigentes que nos gobiernan. Ni como los directivos impuestos por esos dirigentes políticos, que nos gestionan el teatro, (o mal gestionan, el teatro). Ya les gustaría que fusemos así, fieles a sus amos, esclavos de sus voluntades.
Su sueldo emocional se lo pueden guardar donde en conciencia les quepa, porque les va a faltar dinero para pagar la ética que nos permite funcionar i sobrevivir entre su podredumbre. A pesar de ell@s , y no es fácil porque no lo ponen nada fácil, creceremos en todos los aspectos.
Como profesionales y como personas solidarias, hemos de defender la propiedad colectiva de nuestro espacio de trabajo, la posesión y calidad de nuestras vidas y la libertad de tomar decisiones y actitudes éticas que refuercen nuestra moral.
Y venga quien venga a dirigirnos, a ningunearnos, o a manipularnos. Que le cuente el/la que se vaya: que estamos aquí, que estamos preparados, enfadados, y afinando el instrumental de trabajo. Cada uno el suyo, pero la dignidad que ell@s no pueden mostrar nos sale a borbotones a nosotr@s .
Nunca hemos de permitir que nos quiten lo que es nuestro. Sobre todo porque no es suyo!
Miquel
1 comentario:
Con diez cañones en óculos
viento en foro, a todo tul
cruza el box, un filtro azul
que de un par se desprendió
Teatro pirata que llaman,
por sus chapuzas, Liceo
y aunque no es un sitio feo,
la calidad descendió
Hablando de piratas, una mala versión de la canción del pirata de Espronceda.
Publicar un comentario