miércoles, 7 de mayo de 2008

señora

La señora

Parece ser que Rosa Cullell, se ha ofendido por el cartel que rula por las paredes del Liceu.Le ofende que justo ahora que se va, se denuncien verdades que van saliendo a la luz y ya se sabe, quien se pica, ajos come; o sea si se ofende, por algo será.
Se ha pasado estos años en su burbuja de cristal rodeada solo de sus más íntimos colaboradores olvidándose por completo de que, lo que realmente hace que esto funcione, son l@s más de 400 trabajador@s que estamos en la parte de abajo de la pirámide, y no ya por la incapacidad manifiesta de sus altos directivos sino porque es de lógica que si l@s trabajadores no tiran, la cosa no funciona.
Tiene la señora, ese concepto tan burgués de que, sin los "amos", es imposible que la plebe lleve a cabo su trabajo. Se siente además tan alta en el escalafón que, para vernos, necesitaría un potente telescopio (o quizás microscopio) que no se va a molestar en usar.
Pero de repente, hay algo que se mueve, le molesta y teme por su salud política así que se tiene que poner el traje de faena, mascarilla y demás utensilios para no contaminarse y acercarse a tratar con esos, hasta ahora invisibles para ella, personajes que la "amenazan".¿De dónde sale esta purria? se pregunta, les pregunta a sus filtros que hasta ahora la habían liberado de tan desagradable vista.Pues señora, somos nosotr@s, los trabajador@s del ¿Gran? Teatre del Liceu que estamos indignados por esa gestión que se ha hecho, por las presiones que recibimos, por el ninguneo con el que se nos trata, por las recompensas admeritam a quien más gana y menos merece (¿no se les podría compensar con el famoso sueldo emocional?
Se vanagloria la señora de haber cogido el teatro con un déficit importante y de dejarlo incluso con beneficios, lo que no explica es a costa de que y de quien. Eso ha sido a costa de no invertir en el mantenimiento del teatro, de no invertir en aumentar las infraestructuras como estaba previsto cuando se abrió de nuevo el teatro, de no invertir en formación con el dinero destinado a ello y a costa de no cubrir las plazas vacantes acordadas, de contratar con contratos basura (legales, eso sí) a oficiales de 3ª que ya no existen en nuestra profesión, de no acordar un aumento de sueldo en el pasado convenio después de muchos años de perder poder adquisitivo.
No parece que sea para vanagloriarse (si en casa estamos todo el mes sin comer seguro que también ahorramos dinero) pero bueno, allá cada cual con su conciencia, para la cual, no hay varemos definidos por lo que no dudo que estará tranquila a ese nivel.
A todo esto, el comité ha hecho un trabajo importante para tratar de tener conversaciones y explicar las inquietudes de l@s trabajador@s, pero ha sido baldío y además de la frustración por no conseguir una interpelación ágil, de no conseguir documentación que repetidamente se le ha pedido, de encontrase siempre con palos entre las ruedas, de sentirse ignorados en fin; está también la frustración de que todo este trabajo no llega al resto de compañer@s y algun@s tienen la impresión de que no se trabaja lo suficiente.
Que sigan rulando los carteles y lo que haga falta.

Salud y libertad

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