Tras
el aterrizaje de Joaquim Molins, el pasado marzo, los últimos meses han
generado un intenso trabajo para el Comité de Empresa y las secciones
sindicales. Algunos miembros de este órgano representativo y
legítimamente elegido han continuado al margen del mismo, atentos a sus
intereses, por encima y a pesar del interés general, incluido el de sus
propios colectivos.
Aquí
hay que observar y poner en valor a los compañeros de UGT en el coro y
el delegado independiente desde la orquesta; que han mantenido una
trayectoria coherente y realista, nadando contracorriente ante el
discurso demagógico implantado, en sus respectivos colectivos, con el concurso de los delegados de personal electos por CCOO y el SICAP.
Sí, el proyecto Pons, al margen de las limitaciones económicas del momento, ha de ser un estímulo para los colectivos artísticos; debe encontrar el marco y medios de desarrollo desde la representatividad y legitimidad del Comité de Empresa. No valen los tapados o falsas promesas que solo debilitan, actualmente, la confianza en el mismo proyecto.
Sí, el proyecto Pons, al margen de las limitaciones económicas del momento, ha de ser un estímulo para los colectivos artísticos; debe encontrar el marco y medios de desarrollo desde la representatividad y legitimidad del Comité de Empresa. No valen los tapados o falsas promesas que solo debilitan, actualmente, la confianza en el mismo proyecto.
El
convenio colectivo que parecía imposible dirimir debido a las
pretensiones abusivas por parte de la empresa, está siendo finalmente
reconducido y llevado a términos de sensatez por ambas partes. No se
puede decir que se hayan conseguido grandes mejoras, pero tampoco sería
justo decir que se han perdido todos los derechos. Por otra parte, si
bien es cierto que resulta imposible mejorar las condiciones económicas,
principalmente por los imperativos legales, también es cierto que,
presumiblemente, no se reducirá ni un céntimo, tal y como se temía en un
principio.
La
dolorosa cuestión del ERE de 50 días se ha minimizado lo máximo posible
ya que, también por orden ministerial, se prohíbe complementar las
cantidades que aporta la seguridad social, haciendo imposible perder
menos sueldo del que finalmente se perderá.
La
demanda, ya desde el fallido ERE de 2012, de participación y
transparencia de los órganos de dirección, se ha visto finalmente
recogida en un compromiso formal y vinculante ante la administración. No
han aceptado la participación directa, pero se consigue crear una comisión, cuyo funcionamiento y composición se establecerá en el Convenio Colectivo, que ofrecerá la oportunidad de Informar, consultar y deliberar; reconociendo como una sus funciones la emisión de informes,
por la parte social, que aunque no vinculantes, permitirán conocer e
influir en ciertas decisiones de la gestión de la empresa y posibilitará hacer
propuestas correctoras. Los tres pilares de intervención, a nuestro
entender, serán programación, comercialización y financiación
Lo
más inmediato del susodicho organismo será tratar de evitar los 26 días
de ERE del próximo mes de Julio, materializar el firme compromiso de
devolver los flecos que se nos deben, y la aplicación de medidas para
evitar el ERE del año pasado. Se adelantará la media paga de diciembre
al 30 de septiembre para conseguir subsistir el mes de octubre del que
solo cobraríamos los cinco días trabajados en septiembre (quien no
quiera que se le aplique esta medida solo tiene que notificarlo a RRHH).
La otra opción era la de no negociar, pero el comité entendió que así no se conseguiría frenar, ni minimizar, un
ERE que afecta a dos meses sin actividad programada en el teatro. A no
ser que los trabajadores estén dispuestos a hacer movilizaciones y una
huelga indefinida. Pero da la impresión de que esa opción no goza de
muchos adeptos entre la plantilla.
Desde
su llegada al comité y especialmente en el último año, Bernardo Verde
ha sido un personajillo que ha mirado por sus intereses y el de “sus
amigos“olvidando por completo para qué y por quien había sido elegido
representante. Sus ínfulas artistoides y sus mentiras reiteradas,
crearon una imagen absolutamente distorsionada del comité de empresa
hasta el punto de erigirse como caudillo de un futuro comité artístico
que no tuviera que rendir cuentas al resto del personal de la casa. Para
ello dijo públicamente que el comité pretendía fiscalizar y reprobar
las decisiones que pudieran tomar los colectivos artísticos, que se
sentía amenazado físicamente por el colectivo de escenario, que el
asesor legal no daba respuesta a sus peticiones y otras lindezas que
tristemente han sido creídas por muchos de los miembros de coro y
orquesta.
En
el último año, prácticamente no ha sido visto en las reuniones que ha
convocado el comité de empresa y, si lo ha hecho, ha sido llegando tarde
y marchándose antes de su conclusión. Hay que decir que tenía fieles
escuderos en su candidatura y sus aliadas del SICAP con los cuales ahora
parece que no coincide en algunas opiniones y este personaje es de los
que “o estás conmigo o estás contra mí”. De hecho, en las reuniones de
negociación del ERE, apareció esporádicamente y desapareció estratégicamente con la excusa de que él no aceptaba ni firmaba un ERE.
Pues sí, finalmente ha sido el único que, diciendo no a todo, ha
aceptado el ERE “a pelo” pues ni ha firmado el pacto con la empresa ni
ha hecho ninguna propuesta para tratar de salvar la situación lo que lo
sitúa en una tesitura de difícil aceptación aunque su ego no le permita
verlo.
Se
ha creado además una perniciosa coyuntura al pretender ligar un
contrato mercantil fuera de convenio; el de los derechos audiovisuales
que en ningún momento se ha explicado ni realizado propuesta alguna al
comité de empresa, con la firma del convenio colectivo. Hecho poco menos
que ilegal o ajeno a la norma que representa el propio Convenio Colectivo para las plantillas. Ahora
resulta que se dice que la plataforma de convenio hecha por coro y
orquesta estaba ligada al resultado de unas negociaciones realizadas por
personas ajenas a la legítima representación de los trabajadores. Y
como no, de esto se ha enterado el comité no a través del personajillo
sino a través de la empresa.
La mezquindad de algunas personas parece no tener límite. Nadie mejor que sus propios compañeros podrán valorar las intenciones, motivaciones e intereses de semejante elemento.
Delegados de la CGT del Comité de Empresa de la FGTL
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