Hay en todo ello un concepto neoliberal a ultranza en el que
todo está en venta y, además, aparecen como padres generosos que se encargan de
que sus amados hijos consigan obtener beneficios con la compra de sus productos
y así tener mayores beneficios a final de año por la vía del ahorro.
Varias cuestiones convierten en perversas estas propuestas.
La primera y quizás más ideológica es la contribución de
estas medidas a ir minando los servicios públicos que, por ahora, satisfacen
algunas de nuestras necesidades básicas (salud, educación, etc). Eso es a
través de incentivar el consumo de seguros y guarderías privadas. No nos
molestemos pues en reclamar una sanidad pública en condiciones y unos servicios
de guarderías gratuitas que nos permitan conciliar nuestra vida laboral y
familiar. Ya nos ofrecen ellos la manera de que nos salgan más baratas.
Evidentemente, olvidemos la solidaridad para con los que no trabajan aquí. Uno
de ellos puedes ser tú mañana o quizás dentro de un año. No lo olvides.
Otra cuestión sería la de la “corrupción legal” que encierra
la propuesta. El impuesto que pagamos a través del IRPF es el único impuesto
realmente directo y justo (otra cosa es como se redistribuyen los ingresos por
ese concepto) pero es el único que se paga en proporción a los beneficios. Más
ganas, más pagas. Precisamente ese impuesto es el que se pretende burlar con
las propuestas de compra de los productos que tan generosamente ofrece la
empresa. No es muy difícil discernir por lo tanto, que el dinero que nos
ahorramos en el IRPF, es un dinero que a la postre, pagamos entre todos. Sería difícil
sostener la justicia social que encierra el hecho de que con una parte de los
impuestos que pagan los contribuyentes, se paga una parte de nuestros gastos en
seguros médicos, guarderías, restaurantes y transportes que ofrece la dirección
del coliseo en el que trabajamos.
Luego está el hecho de los beneficios que obtiene la
gestión. Obviando los estrictamente económicos directos, resta el hecho de que
será más difícil conseguir cualquier tipo de mejora económica o de otro tipo
para los trabajadores pues el concepto será que ya hemos obtenido un beneficio
salarial por la vía del pago en especies a través del menor gasto impositivo.
Si realmente queremos tener una buena sanidad, educación,
transportes, etc y todo ello gratuito, la lucha está en la calle, no en la
manera más eficaz de burlar los impuestos. Si estafo a la sociedad, al beneficio común, me estafo a mi
mismo
Nos vemos en las calles.