sábado, 23 de mayo de 2015

La triada neoliberal

LA TRIADA NEOLIBERAL




Dos informes del banco mundial de los años 1987 y 1993, recomendaban trasladar los gastos públicos a los usuarios, introducir seguros privados, potenciar servicios privados con fondos públicos, promover la competencia interna, recortar recursos y externalizar servicios.

El acuerdo general sobre comercio de servicios de 1995 negociado en secreto entre la unión europea y la OMC acordaba eliminar barreras a las empresas y abrir a la libre competencia.

El tratado transatlántico de libre comercio e inversión entre la unión europea y los estados unidos, negocia en secreto entre otras medidas la liberalización de servicios a las multinacionales brindando así la privatización.

Este cambio de modelo que desde hace tiempo los poderes financieros están implantando en todo el mundo, choca frontalmente, no ya contra una idea más o menos libertaria y auto gestionada de lo público, sino contra lo que algunos han dado en denominar el sistema del bien estar del que gozamos un puñado de habitantes del planeta.

El método “problema – reacción – solución” descrito por Noam Chomsky se aplica al dedillo. Se dan los pasos necesarios para abocarnos a la privatización de todo lo que pueda ser rentable. Con la excusa de no hay dinero, nos piden aceptar austeridad como única solución del problema y, una vez reducidos los costes, ya están listos para privatizar y sacar el máximo rendimiento.

Creando el falso problema de que el Liceu no consigue remontar, se justifica la solución final de la paulatina externalización de servicios que no van a parar sino a manos siempre amigas y a las que acudir una vez desmantelado el grueso del teatro.

Se bajan los salarios por la vía de las pagas, el 5%, el tope en los trienios, el no incremento de los ipcs. Se empeoran las condiciones de trabajo con despidos para unos y mayor carga de trabajo para otros; con lo que la calidad se resiente.

Nos inculcan que ya nada volverá a ser como era y nos adaptamos a las medidas pero, ese debería ser nuestro deseo, que nada vuelva a ser como era, pues esa situación creada artificialmente ha sido la que nos ha traído hasta aquí.

Ahora se trata de zafarnos de un espíritu crítico y no permitir la vuelta atrás. Se trata de avanzar de verdad aseverado nuestros derechos laborales y salariales y deshacernos de los verdaderos lastres que viven del parasitismo.

Por un teatro público, auto gestionado, des parasitado y libre de oportunistas, mercantilistas, fariseos y demás ralea





Manuel Martínez

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