sábado, 28 de junio de 2008

Asamblea

La sección sindical de cgt en el Liceo (mundialmente conocida como Pepito Grillo), considera que la asamblea superó nuestras espectativas, os aseguramos que el trabajo fué injente.
Aún así, agradeceriamos comentarios y críticas para ayudarnos a mejorar.
Recordad que sería util aportar ideas para el nuevo convenio y que el comité somos todos.
Gracias para los que asistieron y ... para los que no aparecierón, allá ellos.

Salud

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido amigo Pepeillo:

Aquí una mosca cojonera del otro lado del paraninfo azul del ecosistema.
Recién salgo de darme un muy merecido y abundante desayuno -la vaca que me alimenta hoy tenía descomposición- y veo con ardor que de nuevo tu verbo fácil me hace más llevadero el proceso digestivo y no me obliga a pegarme una siesta en la frente de cualquier bañista al sol.

Querido amigo Pepeillo:

Había yo pensado, como mosca negra que soy, que no hay mejor palabra que la que no se dice ni silencio mayor que el de una tumba, como dijera el poeta aquel de cuyo nombre no me acuerdo y tú seguramente sí.
Ya sabes que somos dueños de nuestras palabras y esclavos de nuestros silencios, aunque no me hagas mucho caso, creo que se dice absolutamente a la inversa, al revés y de otra manera.
Acción, dijo por otro lado y siempre un viejo anarquista.
Bueno pues, pues bueno.
Tu palabra fácil, reitero, ejercicio meritorio tratándose de un grillo americano de la factoría Disney, va viniendo, según mi parecer también de insecto, a dar mayor colorido a tantos y tan complejos años de reivindicaciones y luchas sindicales, sociales, festivas y de las otras, desde la tan y tan antigua época de la mujer-mona Luci hasta nuestros días. Eso ya lo sabes y por ello te felicito. Espero que los halagos no te sonrojen ni enrojezcan, un ortóptero colorado sería pieza única pinchada con un alfiler en cualquier panel de un entomólogo, de los muchos que acuden a la ópera, por otra parte.

Querido amigo Pepeillo:

Aún a riesgo de que veas oscuras intenciones en alguna que otra observación que te haré, no quieras que la duda razonable nuble tus ojos ni tus antenas: mi intención colaboracionista no es otra que la que emana de mi voluntad de díptero carroñero, que si a veces como en banquetes, otras me toca hacerlo en mataderos.

Verás primo: Te querría comentar, espero que mi impericia en esto de los teclados no me sea impedimento (no veas lo difícil que es teclear para una mosca), que vengo observando discrepancias entre algunos muchos de los trabajadores que pululan por el escenario de ese teatro en el que te desenvuelves dando saltos de despachos a talleres y rascándote las patas. Si bien alguno de ellos (de los currantes antes mencionados) se encuentra más que exultante con la perspectiva de que le suban el sueldo, que le den más días de fiesta al año, que le reduzcan la jornada y que le den otro jamón (esta vez se supone que será con chorreras), hay otros- inconscientes, todo hay que decirlo- que no paran de manifestar que aman el teatro y al teatro, que no es lo mismo pero es igual.
En ese amor que aseguran poseer, y que también afirman repartir, no hay permeabilidad posible, y es de agradecer, según se mire, sobre todo ante el aguacero que probablemente les aguarda.
Comentan con amplitud (esto lo he podido oír desde la calva de un señor bajito) que no todo lo reivindicado por ti responde a la realidad, y que si en verdad valoran ( no comentan el grado) tu valentía y personalidad múltiple, también lo hacen sobre lo arriesgado del método del que pretendes hacer uso. Manifiestos, y, según él, etcéteras.
El señor de la calva, entre otros, afirmaba (las moscas somos muy chivatas, sobre todo las gordas y peludas como una servidora) que sí que ha habido incremento salarial en un tiempo que no ha sabido delimitar, que tienen un buen convenio (será para ti, dijo uno al que llamaban Asistencio) que la dirección es muy buena, manifestó una señorita con gafas que pasaba por allí, y aún a riesgo de ser golpeada con una llata, insistió en que no hay que dejarse llevar por la víscera ni por las entrañas, y también hizo comentario de lo mucho que se había sufrido en ese escenario para llegar a dónde se estaba para arriesgarlo todo por una lucha intestina ¡qué palabra! de un comité de sabios que en buena parte está formada por personas de confianza de esa empresa.
Quizás sea momento decía uno, o quizás no, comentaba otro. Más pasta, decía el de más allá y vámonos a fumar un cigarro alegó uno que no ha fumado en su vida.

En está bien lo que bien acaba, me instruyó con ahínco una mosca verde que aseguraba haber llegado del África en una patera. A ver dónde acaba ésto. Espero que me tengas al corriente, Pepeillo.

Por lo demás y como primer contacto, te diré que me parece bueno el mantenido, además, espero que sepas entrever que valoro mucho tu trabajo y tu amor por la poesía y por los colorines, sobre todo el aseguras poseer en el rojo y el negro.

Tuya:

La mosca.

Anónimo dijo...

Querida mosca; agradecemos (que no agradezco porque pepito grillo somos varios) tu interés y críticas para con nuestro trabajo. Por lo menos te has molestado en escribir lo que indica un interés realmente poco frecuente en el teatro. Gracias de nuevo pero no nos gusta tu confusión, que el fascineroso de disney hiciera famoso el cuento no quiere decir que sea suyo, Nada más lejos de nuestra intención que sentirnos identificados con ese trozo de hielo que espera aún renacer.
Por lo demas, espero sigas colaborando.
Salud
Pepito grillo