jueves, 30 de octubre de 2008

Crisis? What crisis?


Este era el título de un disco del grupo Supertramp. Quizás ahora se podría recuperar. La respuesta sería igual que la pregunta, ¿Qué crisis? ¿de que estamos hablando?
La crisis, si existe, es endémica para la mayoría de habitantes del planeta (ese mismo planeta que según el visionario Aznar, no sufre ningún cambio climático), por lo tanto muchos millones no la notaran, es triste decirlo pero no creo que cuenten algunos miles de muertos más o menos en lugares donde la muerte por mal nutrición está a la orden del día.
Los “afortunados” habitantes del “primer mundo”, lo notaremos de acuerdo con lo que nos hayamos dejado engañar por el sistema. Cuanto más le hayamos seguido el juego al gran capital y más nos hayamos endeudado comprando casa, coche, últimas tecnologías electrónicas e informáticas, etc, más lo notaremos. Es lo que tiene el sistema capitalista que tanto amamos y que ahora dicen querer reinventar.
No voy a caer en el tópico de que “cuanto peor, mejor”, pero si que debiéramos reflexionar sobre muchas cosas para no estar tan atados, para ser más libres. La mayoría de miedos, angustias, ansiedades, nos vienen dadas por la inseguridad que nos crea el estar a merced de terceros que son los que realmente deciden sobre nuestras vidas, los que nos dicen lo que tenemos que comprar, que comer, donde ir, que pensar, a quien odiar, a quien admirar… y deciden también si mañana seguiremos con un trabajo o sin él, con un sueldo basura o más o menos digno. Lo triste también, es que la mayoría de los que deciden sobre nuestro futuro, pertenecen a nuestro mismo rango social, pero por unas migajas más, se han vuelto sicarios del sistema, de quien realmente maneja los hilos de nuestras vidas.
Es cierto que es muy difícil luchar contra el sistema, pero las pequeñas revoluciones son posibles. Para ello tener las ideas claras y ser unitarios es básico.
Si todo esto lo trasladamos a nuestro pequeño mundo, al Liceo por ejemplo, donde también está habiendo un cambio climático significativo (no es de ahora, viene de lejos, como el otro), se pueden conseguir muchas cosas, como mínimo, defender lo que se ha conseguido en estos últimos años; como máximo, no hay límites.
No será fácil, tendremos que lidiar con personajes que se han convertido en parte del engranaje de este sistema, que tienen poder suficiente para causar estragos si nos cogen desprevenidos , pero que no será igual si estamos alerta y unidos. Tenemos que luchar además contra nuestros miedos, nuestros egos y alguno que otro, contra un curioso fenómeno que se da en el teatro y que se podría considerar una especie de Síndrome de Estocolmo.
No dejemos que el pánico se apodere de nosotros, por una crisis que no es nuestra, que no hemos creado nosotros y que no tenemos porqué pagar. Vamos a pedir todo, a exigir todo, a conquistar todo y cuando nos hablen de crisis diremos, ¿crisis? ¿Qué crisis?

Banda del Forillo Armado



“Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente quien se transforma ... “ (Pablo Neruda)

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