sábado, 28 de enero de 2017

La verdad del telón

Seguramente muchos de vosotros no sabíais que el telón de boca que cayó el pasado viernes 13 no cayó a consecuencia de la fatalidad de la fecha. Tampoco fue por una mala actuación de los técnicos que lo manejan. Ni por cuestiones cósmicas que nos superan. La tragedia no se consumó por apenas 30 cm, la distancia a la que cayó « la vara» con toda la estructura del telón, de un trabajador a quien la tela atrapó el pie.
Hay una causa y un principal  responsable. El motivo es la deficiente  inversión económica realizada en los últimos años.  Responsable, quien decide estas cuestiones dando preferencia a la imagen y venta comercial del teatro antes que garantizar la seguridad de quienes trabajamos en él; el Director General
La dudosa gestión llevada a cabo en esta década ha obviado por completo, (más de lo estrictamente necesario para su funcionamiento) la maquinaria escénica.
Visto que en estos días no se han ofrecido nada más que palabras y excusas sin ninguna documentación que avale la veracidad de éstas, ahora seremos nosotros los que hagamos una relación de los hechos según nuestro entender, que no es poco.:
Atendiendo a las explicaciones de la empresa, el problema se ha ubicado en el “variador del motor” que por los motivos que sea, falló e impidió que se accionaran los sistemas de seguridad y frenado.
Este elemento tiene una vida útil de 15 años y se montaron en 1999. Es de lógica pensar que no debemos  esperar a que se estropee para cambiarlo . Se cambia antes por una cuestión de lógica y atendiendo a la seguridad.
El variador en cuestión, parece ser que se cambió en agosto del 2015. Hay casi 70 motores como éste en el escenario y aún faltan algunos por cambiar.
He aquí la responsabilidad del director general. Un buen gestor ha de ser conocedor de todo ello y darle la relevancia que merece. La excusa de los presupuestos no sirve. Se hace mucha inversión en vender los espacios pero si la maquinaria escénica no funciona o  no es segura, todo se bloqueará. Cuando pusimos nuestras pagas encima de la mesa no fue solo para que el teatro saliera adelante, implicaba trabajar en las condiciones de seguridad adecuadas.
No es casual, si no causal, que en ese momento, verano de 2015, empiezan las obras del restaurante situado en los bajos del teatro. El responsable del funcionamiento y seguridad de la maquinaria escénica tiene además la ocupación de seguir dichas obras, conseguir los permisos, etc. Una sola persona para un trabajo que requeriría de al menos tres personas. Mil horas en el teatro, noches sin dormir y presion de los jefes pudieron tener una cierta rellevància en el colapso y prisas en los trabajos que, quizás, hicieron que el variador no fuese montado en las condiciones  adecuadas. Durante el periodo consiguiente, aquel noviembre, se tuvieron que denunciar en inspección de trabajo negligencias graves en cuanto a prevención de riesgos; esa única persona acumulaba tres actividades diversas a la vez. Su jefe inmediato era el Director Técnico.
 Así,pues, ya tenemos más responsables, el director técnico que, obsesionado con el gasto mínimo , no se ocupó más que en presionar a quien tenía por debajo sin valorar las consecuencias que pudiera tener toda la presión ejercida. 
 Este obsesivo compulsivo del gasto y de la explotación, hizo dejación de sus funciones cuando, además de sobre explotar al personal a su cargo, no supervisaba el buen desarrollo de los trabajos. El control de calidad de tales intervenciones brilla por su ausencia. En caso contrario tendría documentación que acreditase las diferentes acciones realizadas sobre unes  instalaciones tan potentes y sensibles, de las que depende la seguridad de las personas ¿Que se puede esperar de alguien que entró por primera vez en un teatro hace unos pocos años y que apenas ha pisado el escenario despreciando lo que es de su directa competencia y a quienes trabajan en él?

Hace apenas un mes, el motor dio avisos de que algo no funcionaba pero, entre otros fallos, el hecho de que cayera en dos ocasiones (una fue de medio metro) y los frenos de seguridad se accionaran, no hicieron que el director técnico tomara la decisión de bloquear y controlar el telón hasta localizar y determinar el problema; como se ha hecho ahora. Tuvo que caer para decidir revisarlo. ¿Que medidas se adoptaros cuando en agosto se observaron fallos generalizados?

No vamos a pedir desde aquí un hecho que sería insólito en este país, la dimisión de los responsables. Pero sí que pedimos y pediremos a instancias de quienes están por encima de estos dos responsables de irresponsabilidad que consideren la oportunidad de desempolvar el maravilloso invento de monsieur Joseph Ignace Guillotin. En sentido figurado naturalmente, no sea que la ley mordaza se nos eche encima. Dicho de otra manera, esto exige ceses fulminantes que deberían ejecutarse tanto en lo terreno como en lo divino.

No hay comentarios: