viernes, 23 de octubre de 2009

Mi ombligo y yo

Es el cordón umbilical el nexo de unión entre el feto y la madre, el que une al futuro ser a la vida.
Cuando nacemos, este se corta para que podamos ser independientes y tener vida propia con nuestros órganos internos ya desarrollados y dispuestos a funcionar por si mismos.
La cicatriz que queda es lo que llamamos ombligo y se podría interpretar de muchas maneras el hecho de que nos lo miremos tanto pero, lo más común, es creernos que somos únicos, lo cual es cierto pero, el ser únicos no nos hace más importantes. Por eso es conveniente mirar el ombligo de nuestros semejantes y reconocerles también su derecho a existir.
Todos tenemos ombligo (bueno, se supone que Adán y Eva no) y a todos se nos forma pelusilla en él. Para cada uno, la propia pelusilla es la más importante pero no debemos perder de vista la de nuestros congéneres porque si no, perderemos de vista la realidad.
Podemos pues tratar el tema bajo un punto de vista metafísico y adentrarnos en los aspectos inaccesibles para una investigación científica en toda regla o bien tratarlo de una manera más sencilla e inteligible. Esta segunda opción es la que abordaremos para simplemente decir: no pierdas de vista la pelusilla del ombligo de tu vecino si quieres conseguir deshacer también la tuya, si solo conoces el yo, mi, me, conmigo, cambia de camello o cambia de diván.

Atentamente

Doctor Kato

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Doctor, si cambio de diván ¿me pueden condenar por deixaKato?

pepito grillo dijo...

Querida lectora de las reflexiones del doctor Kato:


Por supuesto el cambio de diván no se puede condenar en ningún caso.
La cuestión no esta en el mueble sino en como amueblamos nuestra mente y entendimiento.
Aleja de ti los temores condenatorios de nuestra maquiavélica cultura judeo-cristiana y liberate en el diván que mejor te sirva tales efectos, eso sí, siempre dentro del respeto y la responsabilidad que las personas conscientemente sindicadas debemos mostrar.
Ante cualquier dificultad y siempre aportando nuestra más constructiva colaboración:
Dispón, sin dudarlo, de la desinteresada atención clínica que la Señora Sindi te ofrece en todo momento.
Así pues estimada, deixa fluir tus emociones, sin temor alguno. Y recuerda siempre, que no estas sola. Sindi y Kato están con tu persona en todo momento.