Cuidado con Maquiavelo

El consultorio de la señorita Sindi
Querida amiga; me lo cuentan y no me lo creo; no me lo puedo de creé. Dicen las malas lenguas que la has liado parda, que no has respetado los derechos sindicales de reunión de las representantes de las trabajadoras. Y me entero hoy, 8 de Marzo, el día de la mujer trabajadora, tu día, el mío.
Que conste que yo no me lo creo pero, ¿Te imaginas la que te podrían montar esas desalmadas si fuera cierto? Solo el pensarlo me pone de los nervios. Piensa si les diera por restregarte el artículo 68 del Estatuto de los Trabajadores. Yo no quiero ni pensar por un momento lo que podría pasar si llegaran incluso a denunciar el hecho ante un inspector de trabajo.
Seguro que le mentirían. Le dirían que se te había olvidado comunicar a las sustitutas la necesidad de sus servicios para ese día y por eso les pediste que fueran al ensayo, o peor aún, que lo hiciste a propósito para no permitirles reunirse, que te habían avisado a través de un correo electrónico y cuando tú les dijeras que no lo habías recibido, ellos te enseñarían uno (falsificado sin duda) tú podrías decir que no lo habías entendido así y que, de todas formas, la empresa había pospuesto la reunión. Entonces ellas dirían que la empresa no les había comunicado nada y que si no sabías nada de la reunión como es que sabías que se había pospuesto. No quiero pensarlo. Manipuladoras, eso es lo que son.
Tú no te preocupes, estás en posesión de la verdad y la empresa te respaldará en todo momento. Respaldará el enorme esfuerzo que has hecho durante todos estos años para organizar unos colectivos difíciles de controlar pero que tú has sabido manejar con grandes artes dando privilegios a algunos para tenerlos contentos y controlados y, así, controlar a todos. Ha sido una labor difícil y encomiable que no se te puede negar y ya sería hora de que la empresa lo viera y te hiciera el reconocimiento que te mereces.
No te preocupes, seguiré tus pasos y te ayudaré en todo lo que pueda.