miércoles, 20 de octubre de 2010

¿donde estoy?

P- No se doctor, no acabo de encontrar mi lugar en toda esta historia. Han despedido a 23 compañeros de trabajo y me he sentido impotente ante tamaño despropósito. Se han convocado y desconvocado huelgas (esto no lo he entendido), se han hecho manifestaciones de protesta, se han enviado cartas a altas instancias, pero nada; nada ha sido posible para evitar el descalabro. Me pregunto si hubiera sido positivo hacer alguna de estas huelgas, si nos hubiera llevado a algún sitio pero es que, por un lado, la coordinación ha sido desastrosa y por otro, los motivos que aducía el comité, nunca han sido claros, en ningún momento se ha visto exactamente el porque se convocaba. En la primera se decía estar contra un ERE que después no ha existido, en la segunda, se intentaba conseguir una indemnización mayor para los afectados cuando, en este punto, son ellos los que deciden hasta donde llegar.
K- Es un poco enrevesada la cuestión. En el primer caso, tiene pinta de ser una huelga preventiva pero en el segundo, parecían haber suficientes motivos como para convocar ya que los despidos se habían realizado.
P- Si, pero aún así, estoy confuso. Tengo dudas del seguimiento pues se hizo una consulta a los trabajadores y el no a la huelga fue contundente, por lo que el comité se retractó.
K- ¿Y no había ningún sindicato con la suficiente fuerza para convocar por su cuenta?
P- Parece que no. Hubo quien parecía dispuesto pero por motivos que aún no comprendo, decidieron tirarse atrás también ellos, con lo que, todo ha quedado disuelto en nada. Los más hiperactivos en los primeros momentos (huelga, la del 23 de Julio) se tornaron más tranquilos y los que se sintieron más afectados -los que ignoran las asambleas generales de todos los trabajadores, piden dimisiones en el comité, etc.- después de desahogarse un poco, optaron por volver al redil del sentido común. Mientras tanto los otros colectivos miraban atónitos sin comprender lo que pasaba, o comprendiendo, que no se que es peor.
K- Es de locos, ciertamente. El que les entienda, que los compre.
Siga con las pastillas que esto va para largo. Ya sabe usted lo importante que es mantener el tono y no desafinar, que aún añorando a los MARX, estamos en la OPERA.

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