Ya hace varias semanas que las movilizaciones en Francia no cesan. Huelgas y manifestaciones con millones de trabajadores y estudiantes en todo el país.
Se empezó de manera más o menos tímida, pero rápidamente se vio que una gran masa social, estaba a favor de las medidas de protesta.
Controlando sectores clave como los transportes y la energía, están paralizando el país.
También ha habido paros en las empresas privadas para manifestar la solidaridad para con los grandes movimientos .Asambleas constantes, participación y apoyo de casi todos los sectores.
Nosotros no nos podemos quedar a la espera de lo que decidan los sindicatos mayoritarios. Después del 29 S, tiene que haber una continuidad, de otro modo, no habrá servido para nada manifestar la disconformidad con las medidas impuestas, si no se produce una resistencia consciente y continuada, fracasaremos.
Es a través de la huelga que podremos influir; alterando o desequilibrando a nuestro favor, la correlación de fuerzas.
Porque somos nosotros quienes hacemos funcionar la economía, los trabajadores y trabajadoras. Toda riqueza es producto del trabajo, no de la economía especulativa-financiera, que es lo que realmente se quiere refundar, a costa de nuestro sacrificio y salud. La perpetuación del robo y la explotación. La bestia de las mil caras.
Es la huelga lo que permite incidir sobre la economía. Una economía del beneficio despiadado e insolidario, anti ecológico e insostenible. La huelga como respuesta que permite a los asalariados tomarse el tiempo de reunión, de organizarse y decidir, de ir al encuentro de otros trabajadores de las empresas vecinas, de tomar las riendas de su lucha.
Si los poderes no reaccionan, tendremos que ser nosotros los que les hagamos reaccionar. Si los políticos no nos defienden…las victimas debemos recurrir a la autodefensa frente a esos mismos políticos indolentes y apoltronados.
La resistencia y la respuesta deben ser permanentes y perseverantes, como lo son en Francia y Grecia, por que la injusticia i el ataque del sistema capitalista a todas las personas, a la sociedad, también lo es.
En Francia, en Grecia, en Barcelona.., pueden intentarlo, pero al final la evidencia no la oculta ni la televisión, ni los portavoces de los gobiernos , ni sus fieles servidores.
Estamos ante un conflicto de clases y sólo cabe la confrontación social hasta que cese la agresión a las clases populares. Aunque los medios se afanan por ocultarlo, el pueblo griego también ha protagonizado ya cinco huelgas generales y numerosas movilizaciones sociales. Toda nuestra solidaridad.
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