lunes, 6 de febrero de 2012

Ignorados


         Desde hace demasiado  tiempo la actual dirección del Gran Teatre del Liceu tomó la determinación de ignorar de forma absoluta a los Trabajadores. El porqué y el para qué de este comportamiento está por ver pero no albergamos grandes esperanzas de que sea para el bien de la institución y de quienes la componemos.


         Pese a los muchos e insistentes intentos de establecer vías de comunicación con la dirección, esta se ha mostrado absolutamente ajena a cuantos llamamientos se han realizado.  Ha ignorado  escritos, llamadas telefónicas, etc. y cuantos intentos iban dirigidos a establecer puentes para abordar cuantos asuntos afectan a la plantilla de esta entidad.

         Nada se ha conseguido. Todo lo contrario. Se han recibido actitudes y comportamientos que rayan en el desprecio. Hemos sido ninguneados y se nos ha privado de la información a la que tenemos derecho, olvidando que somos lo esencial del teatro. Somos los que hacemos posible que cada día se levante el Telón.

          Finalmente, nos enteramos por la prensa de la noticia, el Liceu cancelará títulos y hará un Ere. La empresa se supera a sí misma en el desprecio a los trabajadores. Aún así, niegan la mayor. Aseguran que son malinterpretaciones de rumores sin fundamento. Es cierto, nos toman por idiotas.   

         Somos conscientes de los difíciles momentos en que nos encontramos al igual que el resto de la sociedad, pero es precisamente por ello que  nunca se ha entendido ese comportamiento autoritario y despreciativo hacia los trabajadores. Hoy más que nunca es necesario la colaboración e implicación de todos en la resolución de cuantos problemas afecten a esta casa y es por ello que venimos ofreciendo nuestra colaboración en la resolución de los mismos, recibiendo como respuesta el más absoluto silencio.

        Por fin, a apenas dos semanas de la más que presumible presentación del expediente de regulación en magistratura, se convoca a los trabajadores para comunicar las intenciones de la dirección para “resolver” el problema y para escenificar una pantomima en forma de reuniones no se sabe bien con que finalidad.

         Manifestamos nuestro desacuerdo en la gestión que se viene realizando en general y en concreto en el área de personal, pensando que sí que tiene algo que ver esta gestión con la situación de supuesta crisis que padece el Liceu.

         Ponemos de manifiesto nuestro desacuerdo y oposición a que seamos los trabajadores los que suframos las consecuencias de esta deficiente e inadecuada gestión, rechazando desde este mismo momento cualquier medida traumática que afecte a la plantilla.

        

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