sábado, 15 de marzo de 2008

e la nave va

Pues parece que no se hunde, esto no pinta bien pero se mantiene a flote. Llevamos años sin hacer un mantenimiento de la maquinaria escénica en condiciones, todo se va deteriorando, empiezan a fallar cosas pero, esto sigue; sigue el empecinamiento en no parar y poner en condiciones las instalaciones, en no comprar motores y material que se había calculado desde el primer año (hay que enjugar cuentas), en ir parcheando, en saltarse a la torera las medidas de seguridad cuando “el guión lo exige”, etc.
Todo esto lleva, entre otras cosas, a aparecer como un teatro de ópera puntero siendo en realidad de tercera regional.
Aumenta la productividad con lo cual, el trabajo para todos, pero cada vez hay menos personal, no se cubren las jubilaciones, administración está desbordada, el coro y orquesta están con menos personal del pactado y en escenario se va a salto de mata, cuando hay una baja por enfermedad no se cubre y si se cubre por algún designio divino, es con técnicos de 2ª o 3ª en vez del de 1ª que está de baja.
No está mal el panorama porque aparte de todo esto y de mucho más, hay por parte de la empresa un secretismo y una falta de información para con el comité de empresa que clama al cielo. Por más que se reclaman organigrama de empresa, información sobre los “sabotajes” de las últimas semanas, explicaciones para conductas más que dudosas por parte de algún alto cargo, etc, el mutismo es absoluto cuando no engañoso.
También está la enorme burocratización que supura por todos los rincones de la casa y crea situaciones propias de un libro de Kafka más que de un centro de trabajo. Así nos encontramos con que en el almacén suele faltar material fungible porque las diligencias que tiene que hacer fulanito para pedirle a menganito que le diga a…. tardan semanas, sino meses; nos encontramos también con que se tiran miles de euros porque se contratan asistencias para realizar trabajos, pero si la orden que tiene que dar fulanito no la recoge menganito y se la pasa a seguridad, esta persona contratada no puede entrar en el teatro y por lo tanto, como esta contratada, dada de alta en la seguridad social, etc, hay que pagarle (faltaría más) y en el escenario hay que redoblar esfuerzos porque esas personas que se necesitaban, no pueden entrar. Tampoco es posible contratar a nadie para sustituir una baja que se pueda producir un viernes porque no está previsto un sistema ágil de contratación en caso de imprevistos de fin de semana.
El comité de empresa, ha hecho escritos al respecto de todo lo antes mencionado y ha pedido soluciones pero, parece ser, que para la empresa, todo funciona fantásticamente por lo que, en unas ocasiones, ni se dignan a dar respuesta y en otras, insisten en vanagloriarse del funcionamiento del teatro.
Pero bueno, a pesar de todo esto y de mucho más, la nave va…

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