sobre el comité

De la sección sindical CGT liceu al resto de compañer@s
Parece ser que aún no nos hemos dado cuenta de lo difícil y duro que es pactar y firmar convenios con la empresa, no hay manera, no ya de agradecer al anterior comité lo que hizo, lo que se consumió y lo que tuvo que discutir para conseguir las mejoras del nuevo convenio (faltaría más pues ese es su cometido), pero si al menos el valorar el esfuerzo realizado y, lo que es más importante, el aportar ideas y conceptos con una cierta lógica y una base sólida, el criticar lo criticable pero de una forma abierta, dinámica y constructiva.
Parece que el concepto es: “bueno, ya les hemos votado, ahora que se las apañen y que consigan todo lo que queremos (que los jefes nos hagan reverencias, que nos lleven el sueldo a casa sin tener que venir a trabajar, que nos jubilen a los 45 años o antes, que nos resuelvan nuestros casos particulares sin que nosotros tengamos que mover un dedo ni exponernos lo más mínimo, que nos hagan de “papas/mamas”, etc)”, como si fuera el comité el que manda en la empresa.
Bueno, es cierto que es lo que se lleva ahora, en la vida cotidiana, pasa lo mismo: esperamos que el gobierno nos resuelva sin más nuestros problemas, que nos pague la hipoteca, el coche, la tv de plasma, que eche a esos inmigrantes que tanto nos molestan (la mayoría de nosotros somos inmigrantes), que nos atiendan los primeros en la seguridad social, que no nos retengan nada de IRPF, como si fuera el gobierno el que manda en el país.
De verdad nadie se plantea que para recibir hay que ofrecer, que nada es gratis (ni el aire) y que cualquier mejora que se consigue, por mínima que sea, es fruto del trabajo y sacrificio de algunos voluntariosos. Nadie se plantea participar, proponerse para trabajar en conseguir mejoras, debatir y construir ideas, intentar mejorar este puto sitio, este puto país, este puto mundo.
Proponemos (que ilusos) a todos la participación directa mediante diálogos, asambleas, debates, foros, lo que sea, pero participación para mejorar nuestras condiciones laborales, nuestras condiciones de vida, nuestra dignidad, nuestros derechos y con ello las de nuestros hijos, las de nuestros vecinos, las de nuestros conciudadanos, las de nuestros compatriotas, las de nuestros iguales en el género humano.