domingo, 1 de mayo de 2011

Generosidad

Después de una serie de reuniones con la empresa con respecto a las intenciones de la misma para la temporada que viene, las conclusiones son claras.
Empiezan pidiendo mucho más de lo que saben que pueden obtener. Retroceden de manera medida para dar muestras de talante dialogante. Pero aprietan, aunque no ahoguen. Tampoco pueden destrozarlo todo. No por falta de ganas sino porque no es tan fácil tomar el pelo a 400 personas.
Las conclusiones finales son diferentes dependiendo del colectivo. Aquí hablaremos del de escenario (ojalá se hagan eco los otros colectivos).
El supuesto motivo económico, es decir, el ahorro que representa su propuesta de calendario, no está para nada explicado. Han dado una cifra del todo exagerada sin explicar el detalle. Ahí se perderían.
Han reducido un título de la temporada y es cierto que con esa medida se ahorra dinero. La cultura da pérdidas. Sin embargo, eso hace que también se haya reducido el volumen de trabajo. Entonces, ¿Para que quieren que recuperemos las horas del mes de septiembre?
Es evidente que, si el trabajo está bien organizado, no es necesario hacer tantos encajes de bolillos para abordar la temporada. Es cierto que rompiendo el convenio, se pueden ahorrar algunas asistencias pero el ahorro que ello supone es ridículo. Se trata también de hacer el trabajo de los compañeros que han sido despedidos, a nadie se le escapa lo mermadas que están las plantillas.
El trabajo que hay en los 10 meses de programación de la temporada que viene es el mismo que en los 10 meses de cualquier otra temporada. ¿Porqué entonces no aprovechar el mes de septiembre para hacer tareas de mantenimiento de nuestros equipos, cursos para ampliar y mejorar nuestras capacidades y seguridad?
La respuesta está en que la intención no es la de ahorrar, sino de imponer.
Se pide a los trabajadores un esfuerzo que conlleva el hacer difícil la conciliación familiar y laboral, los calendarios exigen esfuerzos en tiempo mucho mayores de los que ahora se realizan y, por si fuera poco, se pierden días de compensación, es decir, se trabajarán una media de 7 días más en el arco de la temporada.
Sin embargo, no hay contraprestaciones por parte de la empresa. Cosas sencillas, algún día más de asuntos propios para intentar la conciliación familiar, poder irse a casa cuando, después de acabar la función y hacer todos los trabajos pertinentes, no haya ningún trabajo urgente que realizar (como se ha hecho siempre en este y en la mayoría de teatros), no tener que devolver las horas empleadas en ir a médicos tal y como sigue intentando la empresa. Seguro que todos tenemos más ideas sobre como compensar el sobre esfuerzo gratuito que se nos pide. No existe una política de gestos, no hay intención de tener cintura para hacer menos penoso el esfuerzo exigido.
En pocas palabras: gestores del GTL, si queréis tener una plantilla ilusionada e involucrada, devolved a los trabajadores su generosidad.

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